Una vez más llega Septiembre, y como consecuencia el fin de las vacaciones. Ahora toca trabajar duro de nuevo, volver a la rutina diaria y empezar la vida universitaria, que en muchos sentidos, no es como había imaginado.
La vida universitaria, por un lado, tiene cosas positivas.. como pueden ser la inmensidad de gente nueva que conoces, la libertad y la independencia que tenemos respecto a la forma de trabajar, de organizarnos como hacer nuestro trabajo, de elegir el grupo de horario que quieres, estudiar lo que realmente nos gusta o a lo que te quieres dedicar. Por otro lado, también tiene sus cosas negativas, como por ejemplo el tener que depender de un ordenador el cual elige una letra del abecedario que te rige el día que tienes que hacer la matrícula, además una de las cosas más negativas es la organización de secretaria, ya que muchas veces no te dan ninguna solución. No solo esto, sino que también tienes que tener mucho cuidado al decir lo que piensas, ya que a muchos profesores no les puedes decir lo que piensas tú, sino lo que piensa el profesor, o en muchos casos la superioridad con la que algunos profesores se dirigen al alumno, tratándole como una inferioridad. En cuanto al tema de las instalaciones, las cosas son en muchos casos nefastas, se pasa frío en invierno debido a que la calefacción no funciona, y calor en verano porque no hay aire acondicionado y las ventanas ni siquiera se pueden abrir por tu propia cuenta.
Algunas de las soluciones para poder mejorar esto serían más organización en secretaria, el arreglo de las instalaciones de ventilación, poder dar tu opinión sobre un determinado tema sin que el profesor te lo rechace, y el traro por parte del profesor al alumno sin ninguna superioridad.
En definitiva, todo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, motivo por el cual hay que quedarse con las positivas, de lo contrario nos llenaríamos de pesimismo y no sabríamos salir adelante.
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